febrero 25, 2018 I Música y espectáculos
De algún modo estaba predestinado a formar parte de los Beatles, porque ese niño enfermizo, nacido en Liverpool el 25 de febrero de 1943 y bautizado como católico como George Harold Harrison, compartió escuela con John Lennon e Instituto con Paul McCartney.
El más taciturno y, para algunos, más músico de los Beatles aprendió a tocar la guitarra mientras convalecía de una nefritis y el entusiasmo por la música fue creciendo en él incluso cuando después de dejar los estudios, trabajó como aprendiz de electricista.
Era tal su pasión por la guitarra que llevaba el instrumento a todas partes y la tocaba en cualquier sitio. Y fue precisamente en un autobús donde su ex compañero McCartney le escuchó y decidió presentárselo a Lennon. Habían nacido los Quarrymen que, con el tiempo y algunos cambios, acabarían siendo los Beatles.
En su etapa con los Beatles destacó por ser el más técnico e innovador de los cuatro y por haber creado alguno de los temas más delicados del grupo, desde “Here comes the sun” a “Something”, pasando por “Norwegian wood” que cantó personalmente. También por haber llevado a sus compañeros por la senda del misticismo hindú de la que, además de la experiencia espiritual, sacó su destreza con el sitar.
George fue siempre amigo de sus amigos, especialmente de Eric Clapton, otro genio de la guitarra, y eso pese a que George se casó con Patty, el gran amor de Clapton, a la que dedico su famoso “Layla”.
Harrison fue el primer Beatle en cabalgar en solitario, primero con un disco de inspiración budista cuando aún formaba parte de la banda y luego con el triple álbum “All things must pass”, todo un éxito comercial y de crítica.
Preocupado por el mundo en que vivía, George Harrison fue el animador de acciones solidarias por causas como la de Bangla Desh que materializó en un concierto benéfico que ha quedado como uno de los mejores de la Historia del Rock y para el que contó con sus amigos, los mejores músicos del momento.
La carrera de Harrison, al margen de las disputas de sus ex compañeros, fue larga, provechosa y discreta y también caracterizada por dar oportunidad a quienes como los Monthy Pyton llamaban a su puerta en busca de financiación para proyectos como la película “La vida de Brian”.
Apartado de la vida pública y gravemente enfermo, George Harrison murió en Los Ángeles el 29 de noviembre de 2001 y, aunque su muerte no tuvo el alcance mediático que el asesinato de John Lennon, si causó gran conmoción en el mundo de la música.